“Nada es gratis en esta vida. Todo se paga.” ¿Cuántas veces hemos oído esta frase? Muchas, ¿verdad? El dinero está en la mente de todos. Beneficios, ROI, rentabilidad y KPIs son palabras de moda, puestas en el centro de cualquier estrategia de desarrollo hoy en día. Entonces, no es de sorprender que a muchas empresas les cueste todavía aceptar la idea de “regalar” su producto. Observan como otros ponen versiones de prueba o planes “freemium” a disposición de sus usuarios, pero no les convence la táctica o no se atreven. Personalmente, creo que se equivocan. Vender es convencer. Convencer es educar. Necesitas educar a tus usuarios para que sepan aprovechar tu producto al máximo y que se enganchen a el para mucho tiempo. Y esto no lo puedes hacer con un spot televisivo…;-) Al dejar que tus clientes potenciales prueben tu producto, provoques que se involucren en una relación con tu marca y puedes empezar a gestionar sus experiencias y emociones enseguida. Estas superando sus expectativas ya. Es una buena manera de empezar, ¿no te parece? Para mi, tener una versión gratuita de tu producto tiene las ventajas siguientes:
- Te ahorras muchos esfuerzos comerciales: ya conoces el refrán… “Un hecho vale más que mil palabras”…
- Tienes un “terreno” de conversión espectacular: todas las cartas están en tus manos para enamorar a tus usuarios y convencerles de que tu producto y el servicio que lo acompaña valen que paguen por ellos.
- Tienes feedback gratis: ¿para qué vas a pagar para realizar tests de usabilidad u otras investigaciones si puedes saber lo que funciona y lo que no gratis? Los usuarios de tu versión de prueba te ayudarán a identificar los puntos débiles de tu oferta.
- Te recomendarán más y más a menudo: dentro del grupo de usuarios que prueben tu producto puede haber influenciadores cuyas recomendaciones son una verdadera mina de oro…
- Tus clientes confirmados serán buenos clientes: ya conocen muy bien tu producto. No se sorprenden, ni se disgustan, ni saturan a tu departamento de atención al cliente porque ya son autónomos. Se conocen todas las características y funcionalidades de memoria, y tienen tus tarifas perfectamente asumidas.