31 Bits, una empresa que se dedica a la fabricación y venta de joyas hechas a mano. Hasta aquí, nada excepcional… Si no fuera por la misión, los valores y la magnífica aventura humana que se esconden detrás de esta sencilla marca.
Capítulo 1: 2007
Todo empezó hace nueve años, cuando Kallie Dovel, una joven estudiante norteamericana de 21 años, volvió de un viaje a Uganda. Allí había conocido a un grupo de chicas. Tenían su edad pero sus vidas eran muy diferentes a la suya: lo único que habían conocido era la guerra, no tenían ni educación ni trabajo y muchas de ellas eran madres solteras. Para sobrevivir, estas mujeres fabricaban joyas a partir de papel reciclado y las vendían a los pocos turistas y visitantes que cruzaban su camino. Kallie se enamoró de estos productos al instante y, de vuelta a casa, se llevó una caja entera con la idea de compartir su descubrimiento con sus amigas y familia. El éxito fue tremendo. Ella y cuatro de sus compañeras de universidad vendieron la totalidad de las joyas en pocos días. Era obvio: esas mujeres ugandeses tenían una habilidad y ellas tenían el mercado. Juntas, podrían montar un negocio. Las chicas dedicaron los siguientes años a implementar y desarrollar su empresa con dos ideas claras en la cabeza:- En primer lugar: que no querían ser una organización benéfica más, sino un negocio rentable capaz de crear productos atractivos que sus clientes comprarían por ganas y no por lástima.
- En segundo lugar: que sus colaboradoras africanas necesitaban mucho más que un simple sueldo. Necesitaban educación, salud, asesoramiento. En otras palabras, atención física, mental y emocional que les diera una oportunidad real de restaurar sus vidas y sentirse plenas nuevamente.
Capítulo 2: 2016
Hoy en día la marca tiene un ecommerce, está presente en más de 300 tiendas, tiene a 9 personas trabajando a tiempo completo en Estados Unidos y 14 en Uganda. Además, han puesto en marcha un programa de desarrollo integral que permite que 120 mujeres ugandeses reciban educación sanitaria, capacitación en finanzas y formación empresarial. Al cabo de 5 años, las beneficiarias se gradúan y salen empoderadas, fortalecidas, independientes y totalmente decididas a tener y desarrollar un proyecto de vida. Impresionante, ¿verdad? Están haciendo dinero y luchando contra la pobreza a la vez. ¿Qué más se puede pedir? No puedo sino sentir una profunda admiración por estas 5 chicas. ¿Cuál ha sido su secreto? Según ellas:“Considerarnos como socias más que como heroínas irrumpiendo para salvar vidas”.Aunque algo de heroínas sí tienen… Por si todavía cabe duda, te dejo aquí los valores fundamentales de la empresa:
- Amor: porque el amor un catalizador para el cambio positivo.
- Igualdad: porque la igualdad promueve la dignidad, el respeto y la autoestima para todas las personas.
- Esperanza: porque la esperanza es la creencia de que algo bueno puede y va a pasar.
- Honestidad: porque la honestidad demuestra integridad y asegura la confianza y la transparencia.
- Calidad: porque la calidad requiere un rendimiento excepcional. Nuestros beneficiarios merecen utilizar sus habilidades y nuestros clientes merecen grandes productos.
- Crecimiento: porque el crecimiento nos obliga a ser aprendices constantes, soñadores, innovadores y activistas. Estamos comprometidos con la búsqueda de la excelencia en todos los aspectos de nuestra empresa.
Conclusión
El emprendimiento social es un campo que está evolucionando rápidamente y que, según una de las fundadoras de 31 Bits:«Tiene que centrarse tanto en el diseño como lo suele hacer en su historia e impacto».No cabe duda de que este es uno de los mejores ejemplos del momento, tanto para los negocios similares, como para todos los demás. ¿No te parece?]]>