son nuevos, con aspectos que no has tratado nunca y suponen un reto. Observar los escenarios, pensar y solucionar problemas es lo tuyo. Te gusta la estrategia, las personas, y cómo alcanzar mejor los objetivos. Aportas valor. Los riesgos que coges son más bien de proyecto y personas. Efectivamente, tienes las bases para ser emprendedor. Además, tienes la capacidad de ver los movimientos del mercado, potenciales clientes, de establecer relaciones comerciales. Te encanta ir por delante, ver tendencias y probar cómo responde si produces en base a ello. Y lo transformas en valor monetario. Los riesgos en este caso son más bien económicos. ¡Si! tienes el potencial de ser empresario también.
Emprendedores y empresarios
El doctor en ciencias empresariales Juan Jordano Pérez, publicó en el año 2006 un artículo en el boletín de estudios económicos. Su título: “Evolución del emprendedor, al empresario, a la empresa.” Te recomiendo que leas el artículo en su totalidad si te interesa el tema. Es ameno, con ejemplos clarificadores y, desde mi punto de vista, disipa dudas. Explica en el artículo que para tener una empresa, has de ser empresario y, para ser empresario, ser emprendedor. Pero de igual forma no por ser emprendedor tienes que ser empresario y, ni mucho menos, tener una empresa. Define al emprendedor bajo las variables innovación y optimismo. Un balance adecuado entre ellas discierne al emprendedor del funcionario, científico o kamikaze. Por otro lado, define al empresario bajo las variables liderazgo y autoridad. En este caso el empresario queda desmarcado de artistas, ídolos o dictadores.Ser emprendedor es algo que tiene una exclusiva dimensión personal e individual. En cambio, ser empresario es algo que sólo puede concebirse bajo una dimensión social. Se necesita de los demás, apoyarse en los demás, atraer, o empujar a los demás, utilizando un equilibrio sabio y adecuado entre la capacidad de liderazgo y de autoridad. Evolución del emprendedor, al empresario, a la empresa. — Juan Jordano.