DIY, consumo colaborativo,…) están aquí para quedarse por mucho tiempo. Hasta este punto hemos estado inmersos en una economía lineal basado en el paradigma de “Producir-Consumir-Tirar” apoyado en un sistema industrial más preocupado por inundar el mercado de productos con poca utilidad que de plantearse cual era la huella de esa producción en masa. Podemos resumir el impacto de este tipo de sistema en:
- Expulsión de miles de millones de kilos de materiales tóxicos al aire, al agua y al suelo.
- Fabricación de productos peligrosos que necesitaban vigilancia constante de varias generaciones.
- Generación de cantidades gigantescas de desechos.
- La productividad se mide por la cantidad de poca gente que trabaja.
- La prosperidad se basa en la destrucción de recursos naturales.
- Reducción de la diversidad de especies y de culturas.
